lunes, 7 de octubre de 2013

5 de octubre IX Encuentro de Poetas en la Red- Madrid-



Como siempre, fue un encuentro feliz. Cada vez se consolida más una red de abrazos y amistad.








                                 
                                   Tres amigas valencianas: Amparo, Inma, Soledad




Cenicienta



Cenicienta barre, friega y lava
la conciencia del mundo
con lágrimas del pueblo.
Cenicienta ha perdido su zapato de cristal
ahora calza una alpargata
que recibe en su suela la tierra fresca
del reino de la oscuridad.
Cenicienta baila sobre tumbas
recordando a Lorca y Machado
por caminos soleados.
Cenicienta grita de nuevo las palabras de Unamuno
¡No era esto, no era esto!
y se despide de todos
montada en su calabaza.


                       Amparo Andrés Machí


Bálsamo de Fierabrás

Eresbálsamo de Fierabrás.
Un roce apenas de tu piel.
Respirar un instante tu aliento.
Cerrar los ojos        intuir tu voz…
sanan el alma,
alejan la percepción de la muerte.

Soy
Apenas piel apagada.
Eterno cansancio de espera.
Laxitud de cada atardecer.

Ven
y unge mi espíritu
con un renacer delirante.

Y después

desaparece de mi historia.


                    
                        Soledad Benages






Presentación de "Fuga de lo real", Zhivka Baltadzhieva y "Para trazar lo (im)posible", Arturo Borra

El viernes, 4 de octubre, se presentaron estos dos libros en la Librería Primado de Valencia.
Inmensa satisfacción conocer a nuestra admirada poeta, Zhivka Baltadzhieva, y volver a abrazar a Arturo Borra.
Escuchar los poemas en boca de sus autores fue emocionante. Son lecturas que recomendamos sinceramente.
Mostramos algunas fotos de los autores y de nuestra presencia en el encuentro y añadimos una breve información con algunos poemas.









ZHIVKA BALTADZHIEVA
1947, Sofia, Bulgaria

Baltadzhieva es una poeta búlgara bilingüe (búlgaro-español), afincada en Madrid desde el año 1990. Es Doctora en Filología Eslava y Lingüística Indoeuropea y ha trabajado como profesora en la Universidad Complutense casi dos décadas.
Zhivka Baltadzhieva, autora de Fuga a lo realEs autora de varios libros de poesía. Entre otros: FUGA A LO REAL / БЯГСТВО В РЕАЛНОСТТА edición bilingüe, Colección Hecho en Lavapies, Amargord Ediciones, Madrid, 2012 (2ª edición 2013); OVIDIO MIRA EL DANUBIO en OJOSDEPAPEL.COM  
SOL/ СЛЪНЦЕ Edición bilingüe, Carmina in minima re, coleción dirigida por Albert Lázaro-Tinaut, Barcelona, 2012;НИКОГА. ДРУГИ СТИХОВЕ /NUNCAOTROS POEMAS/, Zhanet – 45, Plovdiv, 2009: БЕЗРОДНИ МИТОЛОГИИ, /MITOLOGÏAS APÁTRIDAS/, Próxima RPSofia, 2007: ДНЕВНО ОСВЕТЛЕНИЕ /ILUMINACIÓN DIURNA/, Narodna MladezhSofia,1982; СЛЪНЧЕВО СПЛИТАНЕ /PLEXO SOLAR/, Narodna MladezhSofia, 1971.
Sus poemas han sido incluidos en importantes antologías de la poesía búlgara y la poesía universal actual, o en libros monográficos editados en Europa, Asia y América.
Ha traducido de búlgaro a español y de español al búlgaro obras de autores relevantes de las dos literaturas. Como a Hristo Botev, Blaga Dimitrova, Antón Donchev, o Federico García Lorca.
También ha publicado ensayo y artículos de investigación en revistas especializadas y libros monográficos.

FEDERICO GARCÍA LORCA





No esclarece la Luna,
ni tiene lazo para el arbolillo,
ni yunque para la voz.

Algo se esboza, algo se aleja. Libre.

No absuelve, no castiga, no juzga,
no aconseja mi mundo.

Junto con todo
las naranjas ruedan cuesta arriba,
la sangre de los ríos echa raíces, el acero se derrama,
se apagan los abrazos y las luciérnagas se sofocan
en su propia llama.

Algo recorre. Algo arrastra.

No deja en ridículo, no ruega, no clama,
no pone precio al bien.

Como sí en la noche de todo
asciende Scheherezade
y en su seno acoge
la cabeza del tiempo frustrado.

En su seno sin historia,
sólo eterna ternura.

Algo se apaga. Algo despierta. Lejos.

No obsequia, no priva,
ama, sólo ama.

Ama.



©Zhivka Baltadzhieva, Sofia, Bulgaria
©Fuga a lo Real, Amargord Ediciones, Madrid, 2012, 2ª edición, 2013




ANTEPRIMAVERA






No sé yo misma esta noche

lo lejos que me hallo. Impronunciados brotes parten
la piel del frío
con filo blanquecino de ternura.

Y reconozco todo mío en la lejanía que viene
sin estremecerme. Sin apartar ni un instante la mirada.
No busco ya en otra parte alguien para hablarle.

Podrá caer una mañana cualquiera.
Me basta con sentir la uña
del pájaro inaudible

agarrada a la intemperie y lo ignoto.




© Zhivka Baltadzhieva, Sofia, Bulgaria
© Zhivka Baltadzhieva, Fuga a lo Real, Amargord Ediciones, Madrid, 2012, 2ª edición, 2013



ORILLA




¿Acaso es verdad Granada? Granada con sus alas

de saliva, cal y canto. Con sus cipreses insonoros,
sin movimiento. Volátil rosa
de innumerables labios que nos susurran
el alba y el drama y la sensual y parca nada. Raptado
por constelaciones infinitas, el grito del jardín de Tamarit
abrasa todo.Los mundos fluyen. Manan
verdes Lunas. Y se repiten
como si plegaria. Como latido
de enorme corazón. Inmenso llanto. Como Granada,
que impávida rueda en los rápidos
de mi sentimiento. Granada, pálida, enajenada,
a las orillas del temblor y de la muerte,
y del amor que bruscamente brota

en el refrán opaco de la noche.




©Zhivka Baltadzhieva, Sofia, Bulgaria, inédito



CRESCENDO




Yo viajaba. Los museos de la vida

en un suspiro ojeé. Doblaron las rodillas mis sentidos.
Las guías Michelín ofrecen todo, ofrecen todo sin condiciones. Lo bello,
la esencia y la grandeza, la gloria,
la decadencia. Vuela en las ventanillas Weimar. Y Waterloo.
¡Qué césped esmeralda! Pompeya, el volcán
de la belleza, no del drama. Venecia…  ¿Qué

no se nos ofrece?

A Delfos llegaremos, a Pitia, a Isla Negra, Tzárskoe seló
e Hiroshima, Tiananmen, Perperikón, Manhattan…
Y arderán viñedos en Arlés, Granada
quemará los negativos…

Yo viajaba.
También el tiempo. Y otros estrechaban su cintura
y respiraban el ozono de sus rizos, la sal de sus axilas les quemaba. Sus alas
quebrantaban las gargantas de días de ternura y de plomo.
Y se volvían piedras al instante los blancos kleenex,
empapados de su sangre. Y las heridas se cernían mudas.

Espacio y tiempo, vida, dudas, muerte, cruzaba yo como un neutrino.
Y cada vez más lejos y más lejos, más lejos y más lejos me sentía.
Si pudiera retornar. Si pudiera.

Ya hace tiempo como si fuese un área de terremoto, el grito agrieta
mis adentros. Probablemente habla
el abismo.

¿Pero y quién me podrá decir? Este poema
debe ser ajeno. A mí,
a ti, a sí.

Ajeno.



©Zhivka Baltadzhieva, Sofia, Bulgaria
©Fuga a lo Real, Amargord Ediciones, Madrid, 2012, 2ª edición, 2013



FOTOGRAFÍA DIGITAL




Sentada en un banco en la sombra,
en la plaza empedrada de la iglesia de San Demetrio,
en Sliven, mi сiudad, mi paisaje genético,
siento el sol y el aguacero
de lo que ya ha pasado, de lo que pasará.
Aunque nunca pudo ser pronunciado mi amor
y tampoco mi amargura,
las nubes, los árboles, las blancas paredes de las casas de antaño,
los nuevos edificios de cristal y plásticos inteligentes,
las pequeñas flores que burlan el pavimento,
los sobresaltados pájaros del horizonte,
los transeúntes y los ausentes
silabean su fervor sin darse cuenta.
Solo que la piel de la vida y de la muerte se eriza.
Y entonces, el aire sopla levemente
y apacigua el paisaje.




©Zhivka Baltadzhieva, Sofia, Bulgaria
©Fuga a lo Real, Amargord Ediciones, Madrid, 2012, 2ª edición, 2013
La información biográfica y los poemas los hemos tomado de "La noche en blanco" Granada


Zhivka Baltadzhieva, autora de Fuga a lo real
La poesía de Fuga a lo real (Madrid, Amargord, 2012) es una forma de reinterpretar la realidad desde la soledad frustrante que significa el acto propio de la escritura. La realidad, aun transformada por el símbolo, sigue en su constante exclusión del hombre y es significativa, en los poemas de Zhivka Baltadzhieva, esa inmersión en una naturaleza desoladora para querer transformar el mundo en un espacio habitable, sublime e hipnótico para quien quien escribe: “Aquí están. / Él y su perro imaginario. / Él y su mano acariciando lo imaginario. / Él y sus ojos cerrados bajo los párpados” (pág. 114).
Pero lo real no es así y la autora es consciente de esas predecibles cualidades que percibimos del mundo cuando la naturaleza, en su sentido romántico y hegeliano, ya no pertenece a ellas. El mundo es predecible y los discursos culturales cada vez son más homogéneos: “Cereza letal,/ embebida de agua pesada,/ en la mordedura del devoto paisaje/ del Jardín del Paraíso” (pág. 62). Lo real que entiende el hombre desde su orden moral y político olvida a ese otro hombre, el que emprende -desde el lenguaje creativo- la descripción utópica de una realidad reveladora, si bien esa realidad insiste en ser sumisa: “El aire helado/ abulta cortinas de plomo en la mirada/ de nuestras hijas, en mi retina. / Dobrudzha,/ opaca Tristia, a fines de siglo veinte,/ intuiciones destempladas y muerte lenta” (pág. 120).
Solamente el lenguaje poético evidencia esa carencia de asombro y lo que queda, con su intrincado simbólico, de ese mundo ingenuo y expectante, reside en la palabra: “Apegado a la tentativa/quedarme,/ contemplando la metamorfosis/ desde dentro,/ nadando/ aguas arriba/ en la clandestinidad/ del Origen” (pág. 132).
Calificaría la poesía de  Zhivka Baltadzhieva como poesía de la expectación, pues la autora espera a que emerjan nuevas realidades que no frustren nuestra existencia, verdaderamente sobrellevada, para muchos de nosotros, por el asombro y las epifanías de lo poético. Es una poesía de ansiosa expectación; la voluntad infunde la visión órfica y poderosa del lenguaje a esa realidad condicionada por la racionalidad y la pragmática: “¿Qué más delicias podría pedirle/ a la vida? Andando mi camino simple, /a solas con mi sol” (pág. 142).
Zhivka Baltadzhieva nace en Sofía, Bulgaria, en 1947. Desde edad temprana, muestra un gran interés por la lectura y la creación. Doctora en Filología Eslava y Lingüística Indoeuropea por la Universidad Complutense de Madrid, su obra ha sido traducida a varios idiomas. Fuga a lo real no solo muestra un máximo grado de madurez poética, sino también la vivencia traumática de los cambios políticos que ha sufrido la Europa del Este y que, en su lenguaje literario, prende en referentes simbólicos rotundos y desasosegantes: “Silabea la luna romana./ ¡Ni muertos!  Ni muertos siquiera/ para albergar esperanza/ de resucitar” (pág. 106).
Fotografía e información tomada de Mundiario (Manuel García Pérez) 24/05/2013


extractos de…

III – POÉTICA DE LA REVUELTA

[ … ]
A pesar del consenso mortífero, el acontecer ha estallado. Sobran padres benevolentes: no se trata de una aventura de juventud.
///
La revuelta late. Si indignarse es resistirse a perder dignidad, la rebelión es su acto más genuino: la esperanza de los condenados.
///
Más allá del teatro de la representación.
///
Quieren imponer el miedo en los cuerpos, mientras insisten en redimirnos.

La razón de estado hace manifiesta la locura homicida del orden.

extractos de…

II – EN TIERRA DE NADIE
ζ
La deriva del poema no trae una tabla de salvación, sino que aproxima al naufragio en el lenguaje: más allá de las ruinas en las que sobrevivimos.
ζ
La intemperie está ahí. El viento levanta una polvareda y sólo cuando se dispersa deja asomar otro mediodía: el sueño entrevisto en la escritura.
ζ
¿Seguiremos ajenos a un monólogo de soledades? No basta que el poema diga: “aquí no hay ningún muro, allá no hay nada” si no se alza como un martillo.
ζ
No realizar la vida en el poema sino –como quería Artaud- realizar el poema en la vida.
ζ
Escribir como se vive: resistiendo la asfixia.

de…. 
I – ALEGORÍAS DEL VIENTO



Diáspora


Esa vez que fuiste caricia en mis labios


esas sombras que estallaron más allá


de la retina –cuando la desnudez


se hizo promesa a pesar


de tanta tierra horadada.






Esas veces que los nombres vislumbraron


su exilio




                                   relámpago recóndito


arriesgando nuestra superficie.






Ese incendio de árboles.


Esa vez tu voz encendiendo mis oscuridades.


Esas veces –esas voces– resuenan


todavía


cuando saben


callar.






Resquicios


por los que entrás cada noche


a una región clara






en la grieta


donde te encuentro


inundándome


de vos.






Vendrán otra vez a invocar una plegaria


derramada sobre mi boca.






Vendrán las palabras


que desaparecen cuando las llamo.






En esa zozobra


                        hasta el silencio


resuena


sin que nadie le responda.






-La herida es un pozo:


no hay medida que la nombre.


Hasta la dulzura


tiene filo y el subsuelo


asfixia.




-No bastan


islas del porvenir ni repetir


los huesos en el mismo salto.






-¿Y si el mundo que somos


se fractura?




-¿Y si el viento se hace llaga?






Y nos abrazamos


y la noche


cubrió nuestros cuerpos


de silencio.






¿Cuándo nos ocultamos en esta lengua


regresando como una pregunta


a su exilio?




Vivimos así:


arrancados


de los árboles


que nos conocían.




Ronda la derrota –el signo


que expira. Seguirá esa fuga:


sus bullicios tristes




                             –la fractura insistiendo




en un balance


que cuenta sus números


abatidos.




Y sin embargo


todavía la sombra brilla


en su exilio nocturno.




La noche rasga: es revuelta


contra el derrumbe –erguirse


ante lo que nace solo


como la intemperie.






Trazar caminos


más allá de nosotros.


Caminos




                                   sin que la frente


                                   se confunda.






Sin salida –si salir es herir


al que viene en su paso inesperado.


Esquivar


el dardo de un dios


empecinado en desoír


toda súplica. Hacer del tránsito


una patria oscura.






Noche incansable y el viento


que pasa como el río


que pasa en su dulce desazón.




Hay lugares y señas y repentino temblor


que pasa como pasan gritos


y llantos


(vírgenes del rencor)


y un hálito de flores como lluvia


y un hallazgo:


quien ama y quien olvida


el espanto y el perdón.




                             La historia huérfana


                             –asilos de la memoria–




que pasa como este saber en los labios


y este ardor en los ojos


–su rastro imborrable.






El rostro de dios en su altura


indiferente: una batalla para renacer.




Otros días


traerán una revuelta en la espalda y la rabia


sacudirá este vano sacrificio.






Más allá del júbilo: fosas.


Más acá: el grito que no quiere


                                                           arrodillarse.






Este balbuceo se incendia


en la boca del mundo: también lo que brilla


se apaga en el suelo.




Rabia de labios cocidos –llorosas


cárceles en las que depositaron


los huesos de una promesa.




                                               Entonces


tus muertos volverán a alzarse


contra los vaticinios.






¿Qué hay más allá


del nombre? ¿Qué sabe el día


de las rutas del frío? ¿Qué agua


de derrama ante el espejismo de la sed?




Habrá que fecundar


el desierto: abrir


la noche a su travesía –dejar


de esconderse


en esta claridad


ciega.




Desnudarse en la espesura: ser


páramo (viento que lo transita).


Recorrer otra vez el vacío


sin temer la oscuridad. La noche abre




                                                    una fuga




y no nos desconoce.


 



todos estos recorridos mecidos por el viento entre... "Para trazar lo (im)posible"

ARTURO BORRA