lunes, 17 de marzo de 2014

ANTONIO MACHADO

RECITAL POR EL 75 ANIVERSARIO DE SU MUERTE EN COLLIOURE organizado por el Colectivo de Literatura Verba manent 




Emotivo homenaje al gran Antonio Machado en el 75 aniversario de su muerte.



Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar






Soledad Benages nos condujo por  los paisajes y  caminos,  amores y soledades,  sueños y tragedias, que jalonaron la vida del hombre y del poeta.
El recital estuvo acompañado por 200 diapositivas de la biografía del poeta con abundantes fotografías de A. Machado, su familia, sus actividades, las ciudades en que vivió en España: Sevilla, Madrid, Soria, Baeza, Segovia, Valencia-Rocafort, y Barcelona y en la que murió, en Francia: Collioure, donde permanecen sus restos. También reunían amplio número de documentos, portadas de libros, artículos en periódicos, homenajes, esculturas en su honor, exposiciones, visitantes en su tumba...
20 poetas de Castellón y Valencia, leyeron algún poema de Machado y acompañaron el recital la cantautora Irene Giner, Rodeta, que estrenó "Anoche cuando dormía" musicada por ella y la voz de Eneida Paz que cerró el acto cantando "Cantares" con  Alina Paz en la declamación, acompañadas por el público.
Y en nuestras voces sus versos, una vez más y siempre, para que no se apague el canto de las viejas horas.


Arantxa Esteban, "El viajero"
Manolo Benages, "Retrato"
Mariajosé Sangorrín, "Soneto a Guiomar"
Alina Paz, "Yo he visto mi alma en sueños"

Julio Alcalá
Tony Calix, "Una noche de verano"
Pilar Bellés, "Parábolas"
Amparo Andrés
Enric Alicart, "Recuerdo infantil"
Juana Soto, "Los olivos"
Rosa Lluch, "Y estas palabras inconexas"
Merxe Ripoll, "La muerte del niño herido"
Ximo González
Pilar Espinosa, "Hastío"
Vicent Camps, "Las moscas"
Guillermo Fernández














  EL CRIMEN FUE EN GRANADA
 

                                                                                        A Federico García Lorca

          1. El crimen


 Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva! 

Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.

          
   2. El poeta y la muerte

  
Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»

        
               3


Se le vio caminar...
                      Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!




              

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